Monday, June 25, 2007

Efecto fin de semestre

El siguiente es un listado con todos aquellos síntomas que rodean el término de un semestre académico y las posibles situaciones que puede suscitar:

  1. Escasez de tiempo: suddenly you realize that all those things in your agenda should be ready by... now!!! Claro, durante las semanas previas siempre tuvimos en cuenta que debíamos avanzar con los proyectos finales, juntar el material y redactar al menos las ideas principales, pero nunca caimos en la cuenta que era solo una pagina de agenda (léase una semana) de tiempo entre el "no hay nada para mañana?" y el "pta, no tengo nada listo!!"
  2. Desordenes alimenticios: entre el poco tiempo y, reconozcámoslo, mal distribuido horario, poco hacemos por nuestras necesidades básicas. Una de dos: o nos saltamos todas las comidas de un día y asaltamos el refrigerador hasta hartarnos en la noche o comemos como cerditos cuando nos juntamos a "trabajar"; con la excusa de hacer del estudio algo un poco más agradable, terminamos zampándonos un lomito, cuatro cafés, un paquete de papas fritas y luego tomamos onces con pancito con jamón. Ninguna de las anteriores alternativas es muy recomendable.
  3. Alteraciones del sueño: en este ámbito también están presentes lo extremos. Están quienes (como yo) trabajamos mejor durante las noches, y nos pasamos horas frente al PC intentando encontrar esa maravillosa idea que salvará el trabajo en cuestión, pero al ver que la famosa ideilla sigue escondiéndose y negándose a entregarse, matamos el tiempo jugosiando con los amigos en MSN o leyendo Blogs ajenos (hay que actualizarse, no?). Este comportamiento nos lleva al tipo sueñológico "A": dormir en la madrugada, despertar en las mañanas pero sucumbir al sueño entraditas las 8 de la mañana hasta el mediodía, cuando ya no llegaste a nada. El segundo tipo, creo yo, es el peor. Es el caso de quienes siempre, siempre, pero siempre tienen sueño... acaban de dormir casi 20 horas y aun estan cansados. Es lógico, ya que corren por todos lados, llenos de libros y papeles, gritándole a todo el mundo que tienen millones de cosas que hacer, pero al final estan tan agotados de tanto vociferar que ya no tienen ganas de trabajar.
  4. Stress: una vez desarollados los puntos anteriores, es lógica la aparición de trastornos psico-emocionales. Súmele a ello una familia poco comprometida con su desarrollo estudiantil, una persona cercana que se encarga diariamente de recordarle que ud no es una buena persona y un par de quiebres sentimentales con personas muy cercanas; le aseguro al menos un desequilibrio anímico.
  5. Sobreconsumo de cafeína: generalmente para paliar en algo los puntos 2 y 3 recurrimos a la cafeína, la que nos genera gastritis, herpes labiales, aftas, ojos amarillos, entre otros no muy atractivos síntomas.
  6. Aumento del consumo de nicotina: íntimamente relacionado con el punto anterior, pues es impensable saborear de un aguachento café de máquina sin un puchito. Este producto agrega nuevas caracteristicas a nuestra apariencia: rostro ajado, dientes y uñas amarillos, halitosis y aroma a humo.
Aunque sé que hay varios aspectos que no consideré, como profesores con amigos imaginarios, entrevistas con el profesor del niño, entrega de notas del primer trimestre, cercanía de procesos legales, etc. los puntos anteriores darán explicación a las reacciones de estudiantes con este síndrome: el depresivo (no quero ni una weá) o el entregao (filo, vamonos de carreteeee!). Espero pertenezcan todos al segundo grupo, porque les digo la verdad: o me pego el carrete de mi vida este fin de semana o me tiro al metro. Nos vemos en la pista de baile!!!

Sunday, June 17, 2007

Roller coasters

Cuando te subes es todo expectativas; cuando estás en medio del viaje es emoción y adrenalina, pero al bajar te das cuenta que todo es confuso y lo que parecía estar arriba, en un momento también estuvo abajo. Eso pasa en la vida también.
Lo que me afecta de este subir y bajar de los rieles es que en un instante me llevan a experimentar tanta tranquilidad en el futuro, tanta confianza en lo comenzado y seguridad en mis apoyos, y al siguiente... una nube de amenaza y desconcierto. Generalmente tiendo a tener confianza en mi misma pues me reconozco una mujer interesante y capaz, pero... tengo mi lado vulnerable too. Es natural querer sentir que soy necesitada por alguien más, al igual que el resto del mundo. Puedo "saber" que me quieren, pero "sentir" que te extrañan es mucho mas poderoso que un "te quiero" desabrido y articulado a la pasada, casi como una automatización. Queda la duda ¿de verdad lo siente asi? ¿por qué si me quiere no me necesita? ¿por qué si me necesita no quiere mi compañía? ¿por qué si quiere mi compañía no la busca? Y asi, millones de otras preguntas aparecen, las que se entrelazan con imágenes pasadas, conversaciones y situaciones, creando más y más dudas y contradicciones.
Al final no queda más que mirar hacia adelante con optimismo y jugar a que todo estará bien, aunque por debajo de la piel lleves interrogantes que seguramente cargarás por siempre.