Friday, March 23, 2007

Realidad

Despierto. Veo tu rostro plácidamente dormido aún y el corazón no me cabe en el pecho de tanta felicidad. Abres tus ojos, me miras, me recorres el rostro con la yema de tus dedos, te acercas, me besas profundamente y me dices "buenos días, mi amor". En fracción de segundos se arremolinan en mi mente aquellos maravillosos momentos que hemos pasado juntos: las caminatas por el cerro, las peliculas de madrugada, las tareas de la casa realizadas entre los dos, las botellas de vino conversadas hasta el amanecer, las noches de estudio, las noches de trabajo, las otras noches... De lejos siento un anémico tintinear que poco a poco se hace más nítido y enervante. Un flash de lucidez y el alma se me encoge. Mierda! Las 6:45 ! El despertador! Ya es hora de levantarse.