Sunday, August 20, 2006
El despertar
Se puede afrontar de diferentes formas; la más lógica y típica es esa sensación de que la felicidad se te cuela por cada poro de la piel, abarcando todo lo que te rodea. Le sigue el redescrubrimiento de la realidad, esa etapa en donde cada gesto es apreciado como si fuera la primera vez, o mejor aún, como si fuera la perfecta vez. Ensoñación, pensar que todo es maravilloso, creer que todo estará bien... es más doloroso que eso, es mucho más complejo y delicado, cómo no lo entienden?!! Me van a decir que nunca han sentido que el costo de tiempos de felicidad les resulta mucho más alta de lo que puedan pagar? Tener el estómago retorcido por el placer de escucharte otra vez, pero al mismo tiempo, por el temor de solo estar superando situaciones superficialmente, dando cuerda al reloj que marcará la hora en que el dolor te embargará otra vez; pero la siguiente vez, esa maldita siguiente vez... esa dolerá más. Más que la primera, que la del verano, que esta. No creo poder soportar esa próxima vez.
Lo ven? Es como cuando se te duerme un pie: al principio no lo sientes, pero cuando comienza a circular la sangre otra vez primero debes soportar las millones de punzadas que te atraviezan, el ardor, la picazón y todas las molestias que conlleva el proceso antes de recuperar la normalidad. Eso me pasa a mí. Necesito readaptarme, mi corazón ya no es un músculo tan flexible como antes, las experiencias lo han endurecido (o reblandecido?) y no me es fácil pasar de un estado emocional y mental a otro tan diametralmente opuesto. Solo dejenme despertar a mi ritmo, no me presionen.
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2 comments:
"Solo dejenme despertar a mi ritmo, no me presionen."
seeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
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